Resumen:
El problema se justifica por el importante vínculo existente entre la
discriminación en el lugar de trabajo y sus efectos en las desigualdades sociales.
Esta cuestión se ve exacerbada por el creciente descontento social que, si no se
resuelve, acabará por desembocar en diversos conflictos. Si no se gestionan
adecuadamente, estos conflictos pueden desencadenar una reacción en cadena
que podría conducir a la división y el daño entre nosotros, lo que en última
instancia debilitaría nuestras aspiraciones a una vida mejor y al progreso.