Resumen:
En este afán criminal, por quitarles los objetos antes mencionados a los estudiantes, los hampones no paran mientes en dispararles a quemarropa con la finalidad de consumar con éxito sus execrables actos dolosos, empleando incluso la desproporcionada violencia, debido a la oposición que muestran los estudiantes resilentes a ser asaltados, y dada la energía y coraje de su edad, por la propia naturaleza de su etapa de desarrollo bio-psico-espiritual, terminan siendo malheridos e incluso algunos de ellos hasta han perdido la vida en menos de un minuto, que es el tiempo máximo que puede durar un asalto, según lo estima la policía.