Resumen:
La aplicación coercitiva del Derecho Internacional por parte de los
Estados, especialmente de forma unilateral, plantea desafíos significativos en
términos de eficacia y justicia dentro del sistema internacional, las coercitivas
unilaterales, como las sanciones y represalias, a menudo pueden entrar en
conflicto con los principios fundamentales del Derecho Internacional y afectar
adversamente las medidas derechos humanos y la autodeterminación de los
pueblos, entonces, las medidas coercitivas unilaterales, aunque a veces
necesarias, pueden violar principios esenciales del Derecho Internacional, como
la no intervención en los asuntos internos de los Estados y el respeto a la
soberanía nacional medidas, además, pueden tener impactos negativos
significativos en la población civil, limitando su acceso a bienes esenciales,
servicios médicos y derechos económicos y sociales básicos, esto se refleja en
la Declaración y Programa de Acción de Viena de 1993, que insta a los Estados
a abstenerse de adoptar medidas unilaterales que contravengan el Derecho
Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que impiden la realización
plena de los derechos humanos.